La caricia más intima de los enamorados...
Un acto tan simple como posar los labios sobre un objeto o persona, es considerado un símbolo de afecto, amor, fraternidad o deseo, según el contexto cultural en el que nos encontremos.
Más allá de la dimensión simbólica de este gesto, varios estudios científicos demuestran que el beso, sobre todo entre dos personas, desencadena en nuestro cuerpo toda una serie de reacciones químicas.
Las endorfinas, responsables de regular nuestras emociones y estados de ánimo, son sensibles al beso como estímulo, provocando sobre todo el aumento de oxitocina, una hormona que interviene en funciones tan importantes como el parto, la lactancia, el orgasmo y la sensación de enamoramiento.
Los mismos estudios revelan que, además de la sensación de bienestar que produce el acto de besar, se producen otros cambios en el cuerpo que son beneficiosos para la salud, disminuyendo considerablemente el riesgo de padecer depresión y enfermedades cardiovasculares.
En el caso de los besos apasionados, se constata un aumento de la adrenalina en sangre, así como un incremento del ritmo cardíaco.
Pero no todas las culturas utilizan los labios para besar. Los esquimales, por ejemplo, interpretan el beso como el acto de frotar la punta de la nariz entre dos personas.
A través del beso se construyen dentro de una sociedad lazos de amistad y afecto. Están los eróticos, que motivan la atracción sexual, y aquellos que despiertan ternura o compasión.
El besar es un símbolo que habla de cómo construye una cultura la relación con su afectividad y con su cuerpo, y resulta imposible aislar el acto del contexto.
Si bien para algunas culturas, como la latina, puede parecer un acto de lo más común saludar con un beso en la mejilla, para otras el beso no prácticamente no existe o se reserva exclusivamente para ocasiones especiales, con familiares o momentos de gran intimidad.
El beso ha sido un tópico en el arte. Una de las obras más famosas inspiradas por esta costumbre es un cuadro del pintor austríaco Gustav Klimt, titulada precisamente “El Beso” (1907), donde se muestra a un hombre besando a una mujer en la mejilla con una expresión de gran ternura.
Aqui les dejo esto para que se motiven a besar, espero y tengan una exelente semana, de paso aprovecho para saludarlos y mandarles muchos besos.