No he luchado contra natura,
quizás sea ésta mi esencia...como fruto de alguna fustración o incidente en mi niñez, del cual tengo ciertos retazos y relato a mi Señor;
Recuerdo que tenía alrededor de unos seis años.
Según cuenta mi madre nací con la vagina algo cerrada...y nada más nacer, la obstetricia me suturó un centímetro aproximado mi abertura hacia abajo.
En cierto modo, mi himen seguía intacto , pero fué como un pequeño desvirgamiento.
A la edad que relato a mi Amo, me encantaba hacer locuras, como a casi toda chiquilla...bueno, a mí, más, ya que incluso me llamaban Perica ( lo que en mi tierra quiere decir algo así como marimacho o como una niña que hacía cosas impropias de su sexo,) Así pués, me gustaba corretear de un lado para otro, subirme a los árboles para alcanzar la luna , montar en bicicleta como los chicotes, jugar a las chapas con mi equipo de futbol, hacer colecciones de piedras que llenaba y escondía debajo de la cama y que luego desaparecían, cuando mi madre barría debajo de ella.....jugaba al burro, me peleaba con los chicos, y raro era el dia que no llegaba a casa con algún arañazo o golpe de una riña.
Precisamente en una de esas travesuras, subida a un árbol, ...me alcé de tal forma que quise coger las estrellas, ( decía mi abuela que yo era Venus, la que más brillaba. Y la quería para mi)...y caí al suelo desde una altura de unos tres metros.
No sólo me partí los dientes de adelante y tuve que llevar braquets muchos años, sino que mis padres asustados pensaron que al sangrar , algo se había roto más en mi.
El chequeo fué completo y perfecto...propio de esa edad, más el médico aconsejó a mi madre me mirara de vez en cuando la pequeña episotomía que me hicieron al nacer para ver si se modificaba o sangraba.
Mi madre, la pobre, ....con toda su inocencia y cobardía, contradictoria en una mujer manipuladora pero a la vez pobre de espiritu, no tuvo valor de mirarme...traspasando así la tarea a mi padre.
Recuerdo que era él quién a partir de los 6 años hasta los 13, me llamaba al salón, me hacía bajarme las braguitas de algodón y me sentaba sobre sus rodillas pero con las piernas abiertas...entonnces metía su dedo y exploraba que todo estuviera en su sitio...luego me revisaba con una ojeada y me besaba en el culo...dándome una cachetada...Ala, todo bien.
Al principio, ni le miraba a los ojos, me moría de verguenza, me sentía roja como un tomate, y no sólo ultrajada , sino que me convencía de que estaba haciendo lo mejor para mi, aunque eso violara mi intimidad.
Luego...daba parecer a mi madre diciendola...la vagina está bien, ..todo en su sitio.
Así hasta que tuve mi primera regla.
Entonces, sí que no pude evitar el rubor y la verguenza y ese dia mirando a los ojos a mi padre le dije.: Ya estoy bien , no es necesario que me revises más.
Supongo que él comprendió mi situación, y me tranquilizó diciendome....Vale Mimi, pero ahora, ya sabes....¡cuidadito con los chicos!.
Pasaron los años y hasta que no fuí algo más mayor no me dí realmente cuenta de lo que para mí supuso que mi padre dejara de tocarme. Era una sensación cómo de echar de menos al hombre maduro....al profesor que me investiga y me utiliza, al cual yo, indefensa, abandonaba mi cuerpo y me sometía a su merced....sin yo darme apenas cuénta,....aquello me excitaba enormemente. Llamese pués complejo de Electra pero sin duda ahora explico esa fascinación y pasión que tengo por mi padre. La Fascinación que se siente por ser la niña pequeña en manos del hombre maduro....mucho lo evité, pero como ves la naturaleza es sabia y esconde aquello que nos reprime, pero a la vez, la inteligencia de la vida hace que en el fondo estudiemos aquello que esconde nuestra perversidad.
Ahora sé bien, que mi sumisión viene de esa raíz que yo misma descubrí.
Por eso, Amo mio, no niego la mezcla de pudor y excitación, de ser usada, de ser revisada, de esa necesidad infantil y adulta en la que una sumisa se abandona al placer de su Dominante.
Aunque bien sabes que durante años he negado ésta parcela,.....eres Tú mi Señor, el que ha desatado la pasión que tenía enterrada.
Llamale enfermedad, parafilía u aberración...trauma en psicología que desarrolla una personalidad.
Sólo sé que cuando estoy entre tus brazos espero ansiosa escucharte decir...MIMI, ABRE LAS PIERNAS,...abrete para mi, deja que te hurgue, que meta mis dedos, que te maneje a mi antojo...Verás entonces que me abandono, me siento un pajarillo en tus manos...con una inmensa diferncia..
Eres mi Dueño y Señor, y a la par me llena de tal deseo , de tal sexualidad, de tanto olor cuando rezuma y chorrea mi lujuria convertida en flujos por tu mano madura, grande, extensa, y te la observas,..cómo triunfo y premio que te regalo a tu Poder sobre mi.
Esa diferencia que marca la diferencia es sin duda, la parte más íntima y ardiente de todo mi ser....
Pertenecerte.
Y cuando eso sucede, pincho y busco el motivo para que me obligues a estar sin bragas para ti, ...abierta, dispuesta, preparada, entregada,....dichosa de pertenecerte,....excitada, nerviosa , manejada, desvalída...y con un sólo pensamiento en mi cabeza:
MI AMO Y SEÑOR.....HAGASE EN MI TU VOLUNTAD.
TUYA,
Mimi Sum